EL BANC DE LA PACIÈNCIA
( el banco de la paciencia)
Recordo de petit allà on fossim d´acompanyar a la meva padrina, la iaia Maria, a la recerca d´un pedrís, un tronc o en el millor dels casos d´un banc. Allà s´asseia i passava l´estona distreta mirant passar la gent o parlant amb qui li donés conversa. Amb els anys he entès que d´alguna manera observava i veia passar la vida. Ella en deia el seu BANC DE LA PACIÈNCIA.
A les ciutats com ara Palma són generalment bancs a parcs o carrers peatonals o ,els qui s´ho poden permetre, terrasses de cafeteria on la gent gran cerca reposar.
Aquí us mostro uns quants exemples de gent major que ha trobat el seu propi banc de la paciència o de no tan grans que més aviat han perdut ja la paciència.
Recuerdo de chiquillo, allá donde estuviéramos, acompañar a mi abuela Maria en busca de alguna piedra, tronco y en el mejor de los casos de un banco. Allí se sentaba y pasaba el rato viendo pasar la gente o hablando con quien le diese conversación. Con el paso de los años he comprendido que de alguna forma observaba y veía pasar la vida. Ella lo denominaba su BANCO DE LA PACIENCIA.
En las ciudades como Palma son usualmente bancos en parques o calles peatonales o, los que pueden permitírselo, terrazas de cafetería lo que la gente mayor busca para reposar.
Aquí os dejo algunos ejemplos de gente mayor que ha encontrado su propio banco de la paciencia o de no tan mayor que más bien ya han perdido la paciencia.
Me gustan, me encanta ese desaturado..!!!! Esto es lo tuyo Ferrán, la foto de calle no tiene límites. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarUna maravilla, tienes una sensibilidad especial, para congelar el tiempo mediante una instantanea, es captar la vida en si, al natural sin poses sin concesiones. La edición es superdelicada, virados y/o bajando saturación, Te felicito
ResponderEliminarUn fuerte Abrazo
Que bonito que sos !!! por favor. Gracias por permitirme disfrutar de tu ciudad, sus mas variados bancos de la paciencia y en especial de tu gente con toda su galanura y espontaneidad. Una maravilla.
ResponderEliminarAbrazo enorme Monica MDQ.Argentina
Fantàtiques Ferran! Menció especial a la penúltima, m'encanta! Enhorabona. Pere E.
ResponderEliminarBona sèrie Ferran. M'agrada molt! Una aferrada
ResponderEliminarComo siempre, tu mirada de la vida es espectacular. Ves lo que los demás no vemos. Me alegra que hayas vuelto a la fotografía!!!
ResponderEliminarVicky
Fantástica colección Ferran, me alegro que estés bien.
ResponderEliminarQue bueno que hayas vuelto!, que colección genial. Esta fotografía me trasmite mucha paz, tu abuela tiene razón, dejar de correr tanto y buscar un banco...
ResponderEliminarMe encanta cómo tratas el tema desde las perspectivas plurales que has ido cosechando: reposo, sueño, comunicación, intimidades; toda la vida que trasiega por los bancos.
ResponderEliminarEs un inspirador arranque el recuerdo de tu abuela, que proporciona este título tan evocador y sugerente para un reportaje que indaga en lo humano, acercándonos a nosotros mismos, identificándonos con los demás.
Está genial.
Un gran abrazo
Quina preciosa interpretació de la vida!!!
ResponderEliminarJo, dins aquestes imatges he trobat, escriptors, pensadors, “treballadores socials”, informàtics, “brokers”, animalistes,
poetes, “Jasp´s”, banyistes, atletes, pensadors, enfermeres, “mirades assessines”…..
M’agradat molt!!!
Endevant, Pep
Preciosa serie que nos hace cambiar el eje de la mirada que dirigimos al tiempo. Me ha hecho sentir-pensar en que únicamente en los bancos, más allá de las puertas y ventanas con las que limitamos las fronteras de lo “nuestro”, de nuestro hogar, nos detenemos para dejarnos vencer por el tiempo y aliarnos, sin resistencia con él. Cada día, cuando cincelamos a golpe de movimiento, de acción y de huida nuestra existencia, nos empeñamos, con mayor o menor inconsciencia, en luchar contra el tiempo, contra su paso, contra su voz traducida en arrugas que soñamos borrar; en canas que imaginamos teñidas del color intenso que huyó, hace tiempo, de nuestra silueta; en movimientos enlentecidos que intentan afinarse a cada paso…Luchamos, aún sabiendo lo inútil del combate, por herir al tiempo en su corazón implacable, por burlar el alcance de sus manos. Corremos. Huimos. Mientras lo hacemos, obsesivamente planificamos el endeble futuro para creer que, en su espejismo, la muerte no permitirá que quede inacabado. , Vivimos sobre un suelo fabricado con intenciones. Imaginamos que somos más poderosos que el tiempo porque, ilusoriamente, mentalmente dibujamos una secuencia del mañana que damos por real aun antes de ensoñarla.
ResponderEliminarPero es ahí, aquí, en estos bancos, en los que nos convertimos en paréntesis y mirada, en respiración quieta, en pasos contenidos y silencios. Cesa la huida hacia el mañana imaginado. Y somos, más que nunca, aliados del tiempo, parte de él. Somos él, tiempo en el tiempo detenido.
Una aferrada ben gran!!
Muy buenas fotografías, sin duda alguna.
ResponderEliminarEnhorabuena